Si te hablo de almohadas que ayudan a prevenir la plagiocefalia infantil probablemente te suene a chino, ¿verdad? Cuando nos convertimos en mamás, pasamos horas investigando sobre cómo cuidar la salud y la seguridad de nuestros bebés de la mejor manera posible. Hay tanta información y, a la vez, tanta desinformación que a veces cuesta saber cuáles son los productos realmente imprescindibles para cuidar de nuestros peques.
Uno de los temas que más preocupa a los padres, sobre todo cuando los bebés son pequeñitos, es evitar cualquier trastorno o enfermedad que puedan prevenir. La plagiocefalia infantil es una de esas cosas que, probablemente, no sabes que existen hasta que tienes un bebé, ¿o me equivoco?. De modo que empecemos desde el principio…
¿Qué es la plagiocefalia infantil?
La plagiocefalia infantil, también conocida como aplanamiento o síndrome de cabeza plana, es un trastorno infantil que se produce cuando la cabeza del bebé tiende a aplanarse debido a presiones localizadas que se concentran en el lado donde el bebé prefiere dormir, lo que impide que la cabecita del peque crezca de manera uniforme.
Por lo general, la plagiocefalia infantil no deja secuelas más allá de las estéticas pero, es importante controlarla y prevenirla porque en ocasiones pueden desarrollarse otros trastornos o enfermedades de mayor relevancia.
Recuerda consultar siempre con tu pediatra o médico de confianza.

¿Cómo prevenir la plagiocefalia infantil?
Si al principio del post os hablaba de esos productos que, definitivamente, ayudan a proteger la salud y propician bienestar a nuestros peques, hoy voy a hablaros de uno de ellos: las almohadas para prevenir la plagiocefalia infantil. Yo las conocí gracias a las redes sociales ya que vi a muchas mamás usándolas con sus peques y, por eso, me decidí a probarlas con mi bebé. En estos casos, una siempre piensa que nunca te va a pasar a ti y, por ello, solemos bajar la guardia. Por eso, utilizar este tipo de almohadas para bebés me parece de lo más acertado, porque este pequeño gesto puede ahorraros pasar por un proceso que, en muchos casos puede evitarse.
Obviamente hay muchas otras cosas que se pueden hacer además de utilizar una almohada específica, por ejemplo:
- Ir alternando la posición de la cabecita del bebé para que el punto de apoyo no sea siempre el mismo.
- Practicar mucho la «tummy time», es decir, poner al bebé boca abajo (siempre bajo tu supervisión).
- Disfrutar porteando a tu bebé con un fular de porteo o una mochila ergonómica.
- Coger en brazos a tu bebé, de modo que no tenga la cabeza siempre apoyada.
- Evitar cualquier dispositivo que haga que la cabeza de tu bebé esté siempre apoyada en el mismo lado.
Sobre las almohadas Koala Perfect Head
Cuando la marca Koala Baby Care me invitó a probar sus almohadas para ayudar a prevenir la plagiocefalia infantil, enseguida me pareció una oportunidad maravillosa de aprender más sobre el tema y, por supuesto, proteger la cabeza de mi peque.

Las almohadas Koala Perfect Head están diseñada para ayudar a prevenir y tratar la plagiocefalia infantil. Los pediatras suelen aconsejar a los papis que coloquen a sus bebés boca arriba cuando esté acostado para evitar el SMSL (Síndrome de muerte súbita del lactante), pero esto a su vez favorece que la cabeza del bebé tienda a aplanarse debido a presiones localizadas que se concentran en el lado donde el bebé prefiere dormir. Koala Perfect Head ayuda a prevenir este tipo de problema gracias a su estructura y a su composición.
Estas almohadas para ayudar a prevenir la plagiocefalia infantil están hechas al 100% de espuma viscoelástica BASF alemana, ¡la mejor del mercado! Este material ayuda a prevenir la plagiocefalia, y a reducir el efecto de la presión localizada en el cráneo del bebé ya que distribuye de manera uniforme la presión y la distribuye sobre la superficie de la almohada. Cuando las tocas, lo primero que piensas es que ¡ya quisieras una almohada igual para ti!
Las dos almohadas son dispositivos médicos de Clase 1 y, además, poseen el sello de calidad de IGR (instituto alemán para la salud y la ergonomía).
Un regalo ideal para bebés y recién nacidos
Ahora que sabes de la existencia de este tipo de almohadas para ayudar a prevenir la plagiocefalia infantil, déjame decirte que me parece una idea de regalo buenísima tanto para bebés como para recién nacidos. Un regalo que sabes que va a contribuir a la comodidad de tu peque y, además, puede ayudar a prevenir posibles patologías.
Y quiero contarte una cosa más que me parece interesante que sepas: existen dos tamaños de la almohada Koala Perfect Head: Koala Perfect Head y Koala Perfect Head Maxi. Ambas tienen una hendidura y una parte más cóncava en el centro para que la cabeza de tu peque permanezca bien colocada en el centro de la almohada.
Y te preguntarás, ¿hay alguna diferencia relevante entre un tamaño y el otro? La respuesta es afirmativa y me parece muy importante que sepas para qué sirve cada una:
- Koala Perfect Head , la almohada más pequeña es ideal para usar en hamacas, cochecitos, sillas de paseo, sillas de auto o incluso en la trona. Yo la utilizo en el capazo de mi cochechito y también en el cuco que tengo en el salón.


- Koala Perfect Head MAXI , sin embargo, está pensada específicamente para la cama, la cuna o para hacer colecho. Gracias a su tamaño, la cabeza de tu bebé no se saldrá de la almohada, permaneciendo siempre protegido aunque se mueva mientras duerme. Yo también la utilizo en el gimnasio de actividades ya que así, si el peque se mueve, sigue con la cabecita protegida.
Se recomienda que un adulto esté presente mientras los bebés están sobre las cualquiera de las dos almohadas, al menos hasta los 6 meses de edad o hasta que el bebé haya aprendido a girarse solo.
Espero que os haya gustado y, sobre todo, servido de ayuda este post escrito desde mi experiencia como mamá en colaboración con Koala Baby Care. Recuerda que es importantísimo que consultes con tu pediatra o tu médico de confianza cualquier duda que pueda surgirte.
Un beso muy grande y ¡disfruta mucho de tu bebé! El tiempo pasa volando y cada minuto con ellos es oro.

Fotografía: Lu Hoffman